Hay frases «random» dichas sin apenas reflexionar que dan un marco de pensamiento sencillo a la par que claro e impactante. Una de estas frases es la que da título a este post. Me la dijo un «impaciente» durante una sesión de Coaching refiriéndose a unas palabras que le había dedicado su suegro.
La historia es sencilla y universal, mi partner fue un día a enumerarle al padre de su esposa todos los agravios comparativos que a su entender sufrían ella y él. El buen señor se limitó a contestarle con la susodicha frase: «Sabes sumar pero no restar». Se quedó descolocado y mudo. Era irrebatible. Su significado era inmediato, intuitivo y demoledor. No podía más que callarse. Si protestaba sólo mostraba ignorancia y desagradecimiento. Así que mejor cerrar la boca.
Aunque creo que la frase es bien clara, voy a explicarla… En el contexto de esta historia «sumar» significa tomar en consideración todo aquello que te conviene, y «restar» obviar todo lo que no.
Si sólo sabemos sumar pero no restar, siempre tendremos razón, en cualquier circunstancia de la vida. El ejemplo más gráfico (por la pasión de la discusión) quizá sea el fútbol, aunque la política tampoco le va a la zaga… Creo que a todos los equipos los árbitros les pitan en contra… ¿La razón? Que los aficionados suman pero no restan.
No sé si sabiéndolo o no, el suegro del relato resumió en una frase corta y sencilla el conocido como «Sesgo de confirmación». Según este sesgo, cuando salimos al mundo buscamos verificar lo que confirma nuestras creencias, expectativas, prejuicios, deseos…
Quizá será bueno empezar por explicar que es un «sesgo», y la verdad encuentro dificultades para ello más allá de hacer una lista de sinónimos… Inclinación, defecto, perspectiva, orientación, diagonal…

Photo by Point Blanq on Unsplash
Conocí por primera vez esta palabra para referirse a ir en diagonal u oblicuo de un lugar a otro de un campo (imagino que también para otros espacios). Posteriormente aprendí que también había sesgos psicológicos, culturales y los más «top» de todos, los cognitivos. Estos vienen a ser como unos defectos de nuestro cerebro-mente para ver la vida, el mundo, las personas y a nosotros mismos. Estos sesgos tienen condicionantes biológicos (todo lo relacionado con la supervivencia por ejemplo), culturales (el sistema de creencias en el que hemos sido criados y educados), psicológicos (rasgos de nuestro carácter)… Al final son condicionantes que hacen que veamos la realidad de una manera u otra.
El «Sesgo de confirmación» tiene algo de especial… Antes he dicho que tiene que ver con considerar sólo lo que nos conviene, pero se necesita una aclaración. Este «nos conviene» puede ser algo tan perjudicial para nosotros como una creencia negativa sobre lo que somos como seres humanas. Por eso es más acertado considerar este sesgo como aquel que busca confirmar lo que ya piensas (sabes, crees, conoces…), y descarta cualquier evidencia que niega este saber.
Visto así, si consideras que eres listo tenderás a buscar refuerzo y confirmación en esta creencia. Por el contrario si consideras que todo te sale mal, serás tu perseguidor más implacable y/o proyectarás la responsabilidad (culpa) de tus desgracias en los demás.
Este sesgo tiene tal potencial que llega al mundo de Ciencia y que está en el corazón del «Método científico», pero al revés… A este «saber restar» se la llama Falsacionismo, el cual no busca confirmar una determinada teoría (científica, de la vida, personal…) sinó justo lo contrario, ver donde no funciona y de este modo llegar a teorías que cubran más y mejor el territorio.
Es útil hacerte una pregunta sencilla: ¿Cuándo, Dónde… no funciona aquello que crees?
Karl Popper y su Faslacionismo puede ser de gran ayuda para Alfred Korzybski y su «El mapa no es el territorio que representa», y por supuesto para el DBM.
Nos gusta tener razón, tanto en las vanidades como en los victimismos, que a decir verdad tampoco están tan alejados los unos de los otros. Quizá esta afirmación sorprenda a alguien. Por eso, reflexiona sobre ella… Recuerda que muchas veces el victimismo se inserta en dinámicas de dominación/sumisión que no pasan de ser estrategias de control. Bueno con esto ya estamos adentrándonos en un nuevo post…
Para finalizar tres recomendaciones:
- De vez en cuando limpia las gafas con las que ves la realidad.
- Practica el ver tu vida desde fuera, como un observador externo.
- Un buen libro para adentrarte en los sesgos cognitivos es «El arte de pensar» de Rolf Dobelli.
Sabias palabras y gran post, 🙏muchas gracias, siempre que escucho tus explicaciones me haces pensar mucho😉 me encantó leerte Rafa, un saludo Myriam