Hace unos días mi gran amigo Joan compartió conmigo un video sobre Byung-Chul Han, filosofo coreano afincado en Alemania que pasa por ser uno de los referentes en la crítica y análisis de la Post-Modernidad y el Neo-Liberalismo. Es un autor prolífico del cual resulta fácil encontrar en YouTube videos suyos y otros que hablan sobre sus obras. Pongo en este post el que me envió Joan.

En el video de arriba encontrarás mucho más de lo que soy capaz de escribir aquí, motivo por el cual te recomiendo que lo veas con atención, e incluso con un bloc de notas a tu lado. Aún así me permito un comentario: Existe un distinción profunda entre el ocio y el negocio (el no-ocio) y esto es algo que ya descubrieron los filósofos griegos. De hecho el ocio (tener tiempo libre, tener tiempo para pensar, incluso aburrirse…) es la condición de la actividad filosófica, y seguramente también de la felicidad (volveremos a ello más adelante). A este análisis añade Byun-Chul Han una crítica (feroz) de nuestro mundo actual.

En el trabajo con mis im-pacientes utilizo con frecuencia la expresión «hacer nada» en lugar de «no hacer nada». Lo que pretendo transmitir es que «hacer nada» es hacer algo, aunque no sea «algo productivo» y por tanto difícil de medir, cuantificar, valorar…

Estamos claramente en una cuestión lingüística. Esto lo podemos ver con pequeños cambios y explorando lo que sucede en otros idiomas. Sobre esto último Joan me dijo «En el latín esto queda muy claro». Así que investigué lo que sucede en otros idiomas (latinos y no) para comprobar cómo se traduce «nada», «no hacer nada» en ellos. El primero y más inmediato para mi es el valenciano. La expresión «no res» cobra un sentido importante, ya que el uso de «res» (junto con «no» o en su ausencia) significa tanto «algo» como «nada» (en función del contexto).

También podemos recordar la palabra inglesa «nothing». Imaginarás que no puedo ceder a la tentación de escribirla así: no-thing. Para otros idiomas dejo que seas tu quien siga la exploración…

Rafael Oliver. Hacer nada

Photo by Evan Buchholz on Unsplash

Joan añadió un detalle importante, en vez de utilizar «nada» emplear la expresión «no-algo»… Etimológicamente es brutal… Nada como tener amigos tan buenos, tan inteligentes y tan cultos.

Así que nos encontramos (para el idioma castellano) con un ramillete de expresiones. Léelas, interiorízalas, observa como te sienta cada una de ellas…

  1. No hacer nada…
  2. Hacer nada…
  3. Hacer no-algo…

Cuando hablamos de «hacer» inmediatamente nos viene a la mente un predicado, «algo». En nuestro cerebro-mente no podemos no hacer algo… Y ahí tenemos un problema, ya que cuando estamos «sin hacer nada» es fácil que sintamos «estar perdiendo el tiempo» y que así «no llegaremos a ningún lugar en la vida»… Vaya una colección de metáforas de lo más motivadoras…

Ese «algo» de nuestro cerebro-mente necesita ser experimentado sensorialmente, medido, cuantificado, valorado en cuanto a su utilidad y productividad, analizado, segmentado, dividido… Uffff, empiezo a ponerme nervioso…

Nuestro «no-algo» no necesita de ninguna de esas habilidades cognitivas. Se centra en un hacer sin finalidad (productiva), sin intencionalidad (instrumental), sin esperar un resultado (concreto)… Los conocedores del Taoísmo encontrareis ciertas resonancias al «hacer sin hacer», esto es un hacer centrado en lo que se hace, no en el resultado esperado, en las expectativas, en los miedos… A otros os gustará más el fluir…

Si echamos mano de una de mis disciplinas favoritas (sino la más), el Modelado Conductual, y hacemos uso de una de sus modelos básicos (Qué-Cómo-Por qué/Para qué) podemos jugar con todos estos elementos…

El «hacer algo» estaría muy focalizado en el Qué y en el Para qué, en tanto que el «hacer no-algo» lo estaría en el Cómo y en el Por qué… Invito a los conocedores del DBM a este juego en el que lo importante es jugar…

Así que estamos en nuestro «hacer no-algo», en hacer algo que no sea productivo, instrumental ni concreto. En hacer por el placer de hacer… En el «ocio» encontraron los griegos el requisito de la filosofía, de la racionalidad (recordemos que el ser humano es ser atravesado por el «logos»), y seguramente también de la felicidad…

Qué es la felicidad sino el placer de hacer (ser o estar) sin esperar resultado…

A partir de ahora no es necesario que al hablar utilices el «hacer no-algo», ni siquera el «hace nada», puedes sin ningún problema seguir con el clásico «no hacer nada», pero dándole este nuevo significado y sentido. Así no parecerás un bicho raro al hablar…

Venga, ¡ponte a hacer nada!

Una última observación, puedes «hacer no-algo» sin necesidad de sentirte culpable ni de pensar que estás perdiendo el tiempo, así que no caigas en esas trampas de tu cerebro-mente…

4 Comentarios

  1. Gemma

    No res, tu!
    😊

    Responder
    • Angels

      Muy interesante, siempre aprendo cosas nuevas con tus escritos

      Responder
  2. Sara García Medina

    Mi superficialidad es tan gruesa e intensa que necesitaría una tuneladora para llegar a la profundidad y descubrir qué es «hacer nada», «hacer no algo», etc.

    Pero para la siguiente vida, me lo anoto como prioridad. 😉

    Eres muy grande, Rafa.

    Responder
    • Gloria

      Fent «res» m’he trobat amb el teu article… Qué be que senta «Fer res»…!! 😊

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *